Proverbio Romano

"Por la ignorancia nos equivocamos, y por las equivocaciones aprendemos."

jueves, 10 de noviembre de 2011

Las Matemáticas y La Vida Cotidiana

¿Porque es tan importante aprender matemáticas?

Es toda una ciencia el estudio del cerebro y como se comporta, en anteriores entradas e abordado en donde se localiza dicha inteligencia en los hemisferios del cerebro sin embargo puedo decirte que por mi experiencia como docente en matemáticas noto lo siguiente:

Aquel que desarrolla una inteligencia matemática gana al menos una Alta auto estima, al poder resolver retos, situaciones y dificultades.  Lo que te dices cuando eres capaz de resolver un simple ejercicio de matemáticas son cosas como "soy grande", "soy un genio", "que bueno soy" entre muchas otras cosas mas. además de que tu misma posición te sobre pone inconscientemente en un peldaño mas alto que aquellos a los cuales se les dificulta encontrar la solución, así te conviertes en asistencia para otros y tu imagen ante los demás se ve favorecida.

Esta es sin lugar a duda lo que considero como el primer escalón en la escalera de cosas por las cuales es importante aprender matemáticas, porque nuestra naturaleza humana, siendo hombres o mujeres esta dispuesta al logro de objetivos.

Es sencillo, si lo puedo hacer entonces puedo pertenecer. Así que inténtalo, la satisfacción de lograr lo que al parecer no es posible es muy confortable.

Saludos
Moisés Ramírez Bonilla

sábado, 30 de julio de 2011

La Teoría Evolutiva de la Adolescencia

Existen Muchos estudios acerca de esta etapa digamos trascendental y cuidadosa del ser humano, en esta ocasión hablaremos específicamente de Erick Erikson y su concepción acerca de lo que el llama crisis de esta etapa.

Considerando una de nuestras principales hipótesis que es que cada hombre al conocer la información y los estudios relacionados con cada una de sus etapas, las comprende adecuadamente y puede potencializar su calidad de vida en cada una de ellas.

Estadio 5 – adolescencia (pubertad a 13-20 años)
La tarea primordial es lograr la identidad del Yo y evitar la confusión de roles. Esta fue la etapa que más interesó a Erikson y los patrones observados en los chicos de esta edad constituyeron las bases a partir de la cuales el autor desarrollaría todas las otras etapas.
  • La identidad yoica significa saber quiénes somos y cómo encajamos en el resto de la sociedad. Exige que tomemos todo lo que hemos aprendido acerca de la vida y de nosotros mismos y lo moldeemos en una auto imagen unificada, una que nuestra comunidad estime como significativa.
Existe un problema cuando tenemos demasiado “identidad yoica”. Cuando una persona está tan comprometida con un rol particular de la sociedad o de una subcultura, no queda espacio suficiente para la tolerancia. Erikson llama a esta tendencia maladaptativa fanatismo.
  • Un fanático cree que su forma es la única que existe. Los adolescentes son conocidos por su idealismo y por su tendencia a ver las cosas en blanco o negro. Éstos envuelven a otros alrededor de ellos, promocionando sus estilos de vida y creencias sin importarles el derecho de los demás a estar en desacuerdo.
La falta de identidad es bastante más problemática, y Erikson se refiere a esta tendencia maligna como repudio.
  • Repudian su membresía en el mundo adulto e incluso repudian su necesidad de una identidad. Algunos adolescentes se permiten a sí mismos la “fusión” con un grupo, especialmente aquel que le pueda dar ciertos rasgos de identidad: sectas religiosas, organizaciones militaristas, grupos amenazadores; en definitiva, grupos que se han separado de las corrientes dolorosas de la sociedad. Pueden embarcarse en actividades destructivas como la ingesta de drogas, alcohol o incluso adentrarse seriamente en sus propias fantasías psicóticas.
  • Después de todo, ser “malo” o ser “nadie” es mejor que no saber quién soy.
Si logramos negociar con éxito esta etapa, tendremos la virtud que Erikson llama fidelidad. La fidelidad implica lealtad, o la habilidad para vivir de acuerdo con los estándares de la sociedad a pesar de sus imperfecciones, faltas e inconsistencias. No estamos hablando de una lealtad ciega, así como tampoco de aceptar sus imperfecciones. Después de todo, si amamos nuestra comunidad, queremos que sea la mejor posible. Realmente, la fidelidad de la que hablamos se establece cuando hemos hallado un lugar para nosotros dentro de ésta, un lugar que nos permitirá contribuir a su estabilidad y desarrollo.